El católico que todos (los SUD) llevamos dentro

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Casi todos los SUD en Latinoamérica tenemos un pasado católico. Se supone que al volvernos mormones dejamos de ser católicos, ¿no?

Ésta es una pequeña comparación entre católicos y mormones, no desde un punto de vista doctrinal o espiritual, sino desde un punto de vista social, que podría cambiar tu manera de ver las cosas. No es que una religión u otra enseñe éstas conductas en sí misma, pero júzgalo tú mismo.

Muchas veces creemos que lo más importante del evangelio es lo exterior, como llorar a moco tendido en funerales, discursar con un tono demasiado pausado, imitar el acento de los misioneros y líderes extranjeros que no hablan español y hablar mal de cómo van vestidas las mujeres (esto es típico de iglesia de pueblo).


El obispo-cura. Otra cosa muy católica que se ve muy seguido es rendir culto a la personalidad del obispo (cuando lo relevan, hay quienes lloran, se ofenden y hasta dejan la iglesia). Creemos el obispo debe ser infalible, estudiado, sabio, anciano (de preferencia), puro y su puesto como titular de la parroquia (perdón: barrio) debe ser vitalicio. Al igual que el obispo, se espera que su familia sea obediente, ejemplar, perfecta.

La autoflagelación y otros masoquismos. A veces creemos que el sufrimiento sin sentido nos "santifica", esa abnegación que no conduce a la obtención de ninguna virtud. Nos encanta decir que no merecemos nada de lo que tenemos y odiamos hablar de nuestro futuro exaltado como una realidad, para decir: "Bueno, si es que algún día yo me salvo"

"La santa madre iglesia" Cada vez que decimos "la iglesia es perfecta, sus miembros no lo son", suena tanto a "la Santa Madre es pura, sus hijos no lo son, pero la pureza y perfección de ella nos alcanza a todos para redimirnos de la imperfección". De esta misma idea se desprende una actitud que niega el poder universal de la Expiación: el querer quemar con leña verde a los pecadores, en lugar de ofrecerles una mano.

"Ir a misa" No leer las Escrituras y sólo aprender de lo que se dice en los servicios dominicales es también algo muy parecido a ir a misa (recordemos que ésta fue diseñada para una población que no sabía leer ni escribir). Son muchísimos los hermanos que "aprenden" (en realidad mal aprenden) solamente lo que dicen algunos discursantes. Y si resulta que lo que los discursantes dicen está todo mal, ellos no se toman la molestia de meditarlo, incluirlo en su estudio personal (porque no existe) y menos en pedir orientación mediante la oración.

Existen muchas otras similitudes mucho más positivas, como la solidaridad en la comunidad o las deliciosas recetas de las monjas y la Sociedad de Socorro, respectivamente. Ojalá que esas similitudes agradables se queden y nos ayuden a nutrirnos, hagámonos conscientes de las otras costumbres que nos dañan. Sólo así podemos mejorar cada día.

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