1. Los dulces. 

Paletas, caramelos, galletas... ¡Sólo por portarse bien! También los adultos necesitamos un poco de azúcar de vez en cuando (ésto es especialmente cruel en domingo de ayuno).

2. Las "Mini-Olimpiadas" o "Un día en la misión".

Son cosas divertidísimas en las que los niños pueden imaginarse haciendo cosas geniales, como ganar medalla de oro en los 100 metros planos o viajar a Japón a predicar el evangelio. Y siempre regresan con medallas de chocolate o sus gafetes de "futuro misionero". Debería de haber un "Día como Rockstar" para los mayores.

3. La Guardería.

Y todo lo relacionado: Meriendas, siestas, juguetes, mesitas y sillas a su talla, ¡un salón con alfombra! A los mayores también nos apetece una galleta de vez en cuando, o jugar con el piano aunque no sepamos.

4. La Música. 

Las canciones de la primaria son muy hermosas y quizá no apreciamos el espíritu tan especial que tienen hasta que somos mayores. Además las enseñan con dibujos y las canciones de movimiento son la manera más divertida de despabilarse durante una lección larga. Si en las clases de los adultos hubiera canciones de movimiento, quizá habría más participación. Es sólo una idea.

5. Los programas anuales de La Primaria.

¡Ah! Los tiempos en que aprenderte "el papelito" de memoria era la única preocupación al estar frente al púlpito.

6. Las maestras (y los maestros).

Jamás sabremos cómo hicieron para soportar a un salón lleno de niños hambrientos/con sueño/ hiperactivos durante el Tiempo para Compartir con una sonrisa en la cara. Gracias ♥

7. Las escrituras ilustradas y la sección infantil de la Liahona.

Las ilustraciones que los niños de la primaria disfrutan son PRECIOSAS, además en su sección de la Liahona (en mis tiempos era un cuadernillo aparte) siempre tiene juegos, partes recortables o alguna suerte de actividades divertidas llenas de color.

8. Las cosas raras que hacen en el sacramental.

Como quedarse el vasito del agua de los sacramentos y usarlo de monóculo o simplemente quedarse dormido sin tener que dar explicaciones a nadie ni fingir que está uno orando.

¿Qué otra cosa te parece envidiable de los niños de la primaria?

Si te identificas con algún punto, ¡Comparte!