Eleusis, La novela que desnudó a los mormones de México.
4:02 p.m.
Entrevistamos al escritor de la
primera novela mormona de México y el mundo hispano
Ideas
lamanitas
Escrituras,
llamamientos misionales, pioneros, seminario diario, el Benemérito, el Templo,
la historia familiar, los bailes JAS, todo ello forma parte de Eleusis, la novela con la que R. de la Lanza debuta
como escritor.
Y claro
que también hay tragedias, muertes, separaciones, tentación y pecado, por
supuesto.
Porque una
cosa que logra el escritor nacido en la Ciudad de México y miembro SUD activo
desde los diez años de edad, es retratar la forma como se vive la fe en el
Evangelio restaurado aquí en México.
En Eleusis, Fernanda, una chica JAS millennial se enfrenta a sus dolores más profundos:
la ausencia de su padre Moroni y una especie de abandono moral de parte de su
madre Sandra. Pero eso no es todo. También conocemos la historia de Israel, que
no tiene mucho de haber vuelto de su misión, donde estaba cuando sus padres decidieron
reconciliarse.
Es difícil
encontrar espacio en la agenda de R. de la Lanza, pero lo pude encontrar un
viernes jugando voleibol con los hermanos en la capilla, y platicamos un
momento.
¿De
dónde surgió Eleusis? ¿Es una historia real o
pura ficción?
Híjoles.
Carlos Samperio dice que los poetas cantan a la vida y están felices con el
amor y cosas así, pero los narradores somos seres lastimados, fragmentados…
“escindidos”, como digo en la novela. La narrativa no canta la belleza, sino
que más bien señala dónde se ha interrumpido la belleza, dónde está lo
“chipotudo” que arruina lo “parejito”. Creo que Eleusis
surge de una serie de “chipotes” en mi vida
como SUD. He sido miembro de la iglesia casi toda mi vida y, en muchos
sentidos, la iglesia es mi mundo. Descubrir que tu mundo está más chipotudo que lo calculado puede ser un gran detonador de una novela.
¿Entonces
es una historia real?
No. Los
personajes que aparecen en Eleusis no
existen. Pero todas las cosas que acontecen en ella sí han pasado a una o a mil
personas. Me acordé de la advertencia que aparece al inicio de Legacy: “Aunque los personajes son ficticios, los
acontecimientos son reales”. Muchos lectores me han escrito que les resultaba
fascinante poder relacionar a los personajes de la novela casi con exactitud
con personas que ellos conocen y eso es muy divertido.
Entonces... ¿Eleusis es el Legacy
en literatura?
La boca se
te haga chicharrón. Para empezar, porque Legacy
es un material oficial mandado hacer por la iglesia para predicar el evangelio.
Eleusis no es para predicar el evangelio y no
tiene la intención de servir para apoyar cualquier aspecto de la obra de la
iglesia. En todo caso, creo que sería el God’s Army
de México en literatura: una obra de ficción con algunos rasgos muy
característicos de la vida SUD en México.
Pero
además no es un libro exclusivo para mormones. Traté de hacer una novela que
pudiera prender el interés del lector no conocedor de este nuestro mundito
mormón. Y creo que funciona, porque todas las personas no SUD que la han leído
han dado buenos comentarios.
En la
novela tienes una familia pionera, ¿son tus antepasados?
La única
historia real es la que abre la novela, aunque cambié nombres y adapté algunas
cosas. Mi abuelo murió acribillado en una manifestación, y a partir de ello, mi
abuela buscó tantas opciones como pudo para mitigar su dolor, hasta que conoció
a los misioneros. Pero con Mónico Rosales lo que me propuse hacer fue una
parodia, un homenaje a la historia de la iglesia en México, creo que resultó
bien, varios me dicen que les recuerda al realismo mágico.
En la
novela hablas de gárments, de la ropa con la que se viste a los muertos que
estaban investidos… ¿Te han dicho algo por eso?
Sí. Se
sacan de onda. Pero no pongo nada que no se pueda poner. De hecho, sólo nombro
los gárments y la ropa. Creo que ahí está el tremendo poder de la imaginación.
En la novela no se describe nada que comprometa la naturaleza sagrada de la
ropa del templo, pero con el simple acto de nombrarlos, los lectores SUD
investidos pueden visualizar con mucha intensidad las cosas. Y creo que esa
reacción habla bien de nuestro pueblo. Me preocuparía que no tuvieran
reacciones de “a ver, veamos esto con cuidado”. Lo veo como una señal de que
conservan el sentido de lo sagrado. Precisamente es lo que pasa con Moroni, que
deja de usar los gárments por años, y cuando se los vuelve a poner se siente
incómodo por haber abandonado sus convenios.
¿Vas a
escribir para mormones?
¡Jajajajaja! Si te refieres a que escriba siempre cosas así, no lo creo. Pero además, ya he
hecho antes cosas para los SUD. Tengo un cuento largo que se llama El jerarca,
en el que un detective se mete a investigar la muerte de un empleado de la iglesia,
y había comenzado a publicar una saga de zombies (ZUD), quizás un día las
termine.
¿Qué
sigue?
Pues
veamos. Tengo una novela que nada que ver con mormones. Es una novelita en
clave de humor, a ver qué tal resulta. Como me decía mi profesor de Griego: ya
sabrán de mí y lo lamentarán.
En Ideas Lamanitas nos encanta compartir el Talento Mormón (especialmente de nuestros hermanitos hispanohablantes) y le deseamos el mejor de los éxitos a R. de la Lanza en esta etapa como escritor. Su estilo crítico y poderoso nos inspira. ¡Enhorabuena!
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